24/05/2010
Incansable a sus 77 años de edad, Mirta Rodríguez afirma que ella no lucha solo por la libertad de su hijo Antonio Guerrero, sino por la de los cinco antiterroristas injustamente prisioneros en Estados Unidos.
Durante una breve estancia en la ciudad de Matanzas, Mirta mostró su proverbial capacidad de asimilar emociones y argumentó: "¿Qué sería de mí, si mi vida fuera de llanto y tristeza?"Incansable a sus 77 años de edad, Mirta Rodríguez afirma que ella no lucha solo por la libertad de su hijo Antonio Guerrero, sino por la de los cinco antiterroristas injustamente prisioneros en Estados Unidos.
La abnegada madre lamenta que pronto ella cumplirá 78 años de edad "y se me acaba el tiempo’’. Por eso mismo no se pueden emplear los minutos en lágrimas, sino en seguir combatiendo para que se sepa toda la verdad y siga creciendo la solidaridad mundial con ellos", afirma.
Y añade: "Tengo que pensar que mis hijos me necesitan. Nuestra causa está unida tanto en lo familiar como en todo y eso nos renueva la fuerza para que lleguen a la Patria, a la casa, al lado de sus hijos: ninguna madre en esta situación se rendiría.
"Entonces hay que estar fuerte, hay que amarrar el equilibrio, participar, y demostrar que el momento, como me decía una amiga argentina, es de luchar, no de llorar".
Después cuenta que siempre que habla de Los Cinco termina llorando, pero nunca dice no cuando la invitan a comentar el caso de ellos. Su esperanza está en que esa lucha se multiplique, abra corazones, y la batalla no pare mientras ellos no regresen
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